En muchas ocasiones, el cuidado de la piel exige un esfuerzo bastante llamativo, no solo por las constantes sesiones y rutinas que debemos realizar para mantener la salud y belleza de esta, sino por la gran variedad de productos que nos ofrece el mercado, tanto en lo que a su existencia general se refiere, como a los realmente necesarios al momento de tratarla, en especial cuando se trata de la delicada zona del cutis, o sea, la piel que cubre nuestro rostro.
No nos vamos a engañar, en muchas ocasiones nos encontramos con artículos cosméticos de poca utilidad, o que en verdad no necesitamos para nada, pero que muchas empresas y comercios estéticos nos quieren hacer creer que son indispensables. Este es el caso de muchos de los elementos para la limpieza facial, que ofrecen milagros en sus fórmulas que podríamos sustituir por otras más sencillas y de un valor monetario inferior, pero a la vez más efectivas.
Seguro que te interesa conocer el Mejor agua micelar
Entre estas, destaca sobre todo la popular y conocida agua micelar, un producto que a primera vista parece demasiado sencillo en comparación al resto, ya que su base es agua y un par de ingredientes químicos benignos, pero que sin embargo demuestra una eficacia maravillosa al momento de utilizarla, además de que ofrece ventajas y beneficios que quizá muchos no llegamos ni a imaginar, a pesar de haber escuchado en diferentes ocasiones acerca esta.
Para quien confunde este producto con el tónico facial, puedes encontrar una pequeña reseña de sus distinciones leyendo Diferencia entre tónico y agua micelar
Sobre el agua micelar
A pesar de la popularidad del agua micelar en los últimos años, en realidad se trata de un elemento bastante reciente en cuanto a su invención, ya que data a penas de los años 90, cuando fue desarrollada por una empresa cosmética francesa. Su increíble evolución y la aceptación en el mercado por parte de los especialistas y usuarios que la utilizan, ya nos dan una pista acerca de la efectividad de su formulación, su gran sencillez y su poderosa función.
Aun así, describirla puede ser un poco complicado, ya que requiere de algunas nociones químicas algo complejas, pues no estamos hablando de un elemento que utilice tan solo la combinación de varias propiedades esenciales, sino que su función se realiza en base a la actividad molecular. Sin embargo, dada la importancia de conocer su efecto sobre la piel, intentaremos dar una descripción simple de su composición.
La sustancia que llamamos agua micelar está compuesta principalmente por agua destilada y desmineralizada, tratada para que no contenga ningún compuesto que afecte de manera involuntaria o adversa sobre la superficie del tejido. A esta, se le añade también un elemento conocido como agua blanda, un líquido de muy bajas concentraciones de magnesio y calcio que no deja ningún tipo de residuo, por lo que es la más adecuada para la limpieza facial.
Ahora viene lo complicado, ya que el componente principal de este producto son las micelas, un tipo de conjunto molecular aceitoso con dos polos que cumplen dos fases distintas, el primero soluble al agua, permanece en la superficie del líquido por medio del contacto, mientras que el segundo polo, el lipófilo, atrae y retiene las diversas impurezas y residuos de la piel, como polvo, maquillaje, grasa, suciedad y cualquier elemento externo que se adhiera a esta.
Para conseguir esta función sin fallas, las micelas que componen en grandes cantidades esta sustancia deben actuar por medio de tensioactivos, moléculas que influyen por medio de la tensión superficial del agua. Esto quiere decir, que las micelas no se encuentran dentro del líquido sino flotando en la superficie de este al momento de su aplicación, adheridas por el polo hidrófilo soluble al agua, lo que permite al otro polo entrar en contacto con la piel y limpiarla.
Cabe destacar, que aunque se trata de una sustancia con una base química simple y compuesto de unos pocos activos, es posible encontrar una gran cantidad de soluciones diferentes en el mercado, que se adaptan a otras necesidades además de la de limpieza y remoción de impurezas. Esto se debe a que, gracias a la baja densidad del líquido, muchos laboratorios han optado por añadir otros componentes con diversos activos, que otorgan propiedades variadas al ser aplicados sobre la piel.
Composición
Ya contamos con los 3 ingredientes principales de este líquido; en mayor medida, agua desmineralizada o destilada mediante diversos tratamientos, agua blanda de baja densidad molecular, en una proporción de una parte de esta por cada 3 o 4 de la primera, dependiendo de la formulación inicial, además micelas tensioactivas, en concentraciones que pueden variar del 3% al 5%, aunque existen productos de mayor densidad para pieles grasas.
Esta es la base de toda agua micelar, aunque no todos los componentes activos, ya que es posible, como mencionamos anteriormente, adquirir o producir soluciones más complejas, con añadidos que van desde elementos antioxidantes, poderosos emolientes para aumentar la hidratación, vitaminas y nutrientes esenciales para el tejido, colágeno y ácidos como el hialurónico, ferúlico y ascórbico, entre muchas otras composiciones más complejas que otorgan grandes beneficios al cutis.
Además de todo esto, los especialistas en la producción industrial del campo cosmético, que siempre están elaborando investigaciones, estudios y diferentes tipos de experimentación, con el fin de crear productos nuevos y revolucionarios, hablan de la elaboración de agua micelar con concentraciones más altas, para ser utilizadas en baños térmicos y otros tratamientos para la mejora de la salud de la piel en todo el cuerpo, no solo enfocada en el rostro.
Su función y efecto en la piel
En resumidas cuentas, hablamos de un producto completamente líquido y puro, aunque podemos encontrar aquellos producidos con presentación en gel, otros más densos en cuanto a su textura e incluso los que se apoyan en el uso de las leches limpiadoras, siendo un poco más cremosas, pesadas, densas y con cuerpo. Sin embargo, es su formulación específica lo que la hace destacar al cumplir sus funciones ideales.
Por esta razón, no estamos no se trata de algún tipo de crema que debemos esparcir sobre el rostro para dejar actuar, sino de un elemento de paso, que se aplica mediante el frote con un algodón, por ejemplo, para que se lleve consigo todas las impurezas, sustancias externas, grasa, polvo, suciedad y todo tipo de agentes que se adhieran a la piel, sea de forma voluntaria o involuntaria.
Esto no hace del agua micelar solo excelente para la limpieza, ya que elimina cualquier rastro de elementos adversos de la superficie del tejido, mientras se absorbe y ayuda a tonificar e hidratar, sino que le da su principal finalidad, la de desmaquillante. Ya que los productos que utilizamos para adornar y embellecer la piel están hechos con bases químicas, en muchas ocasiones son difíciles de retirar, a menos que se utilice una sustancia ideada para esto.
Es aquí donde entra en juego este increíble líquido y su formulación única ya que no se trata de una sustancia que solo desprenda el maquillaje del cutis, sino que, por decirlo de una forma simple, lo absorbe y retiene, adhiriéndolo a el algodón o tela que utilicemos para esparcirlo, por medio de la polarización molecular de su fase lipófila, de lo que hablamos anteriormente en detalle.
Ya que es capaz de adherir a sus moléculas cualquier cosa que se encuentre no en la superficie del cutis, sino dentro de los poros cutáneos, obstruyendo estos y congestionando, impidiendo la libre circulación de aire, la limpieza que consigue es simplemente asombrosa. Esto cuenta también en el caso del maquillaje, ya que es bien sabido que este ingresa en los poros y los obstruye, ocasionando todo tipo de efectos secundarios.
Esta es la razón principal de las recomendaciones tan insistentes de especialistas, cosmetólogos y usuarios expertos en el cuidado de la piel, acerca de retirar cualquier pequeño rastro del maquillaje durante la noche, ya que la obstrucción de los poros impide no solo la circulación, sino la correcta hidratación de la piel, mientras retiene líquidos no deseados y grasas dentro de la capa de la hipodermis, lo que afecta las células.
Por ello, aunque el agua micelar no tenga dichos efectos de forma directa, es posible que su uso no solo prevenga la aparición de imperfecciones, sino que ayude en gran medida a la estimulación de la producción de colágeno, la eliminación de la oxidación celular, de las ceramidas, el estrógeno y los radicales libres, así como la melanina que pigmenta la piel y causa erupciones alérgicas, inflamaciones y diferentes tipos de defectos temporales, así como algunos permanentes.
Si crees que este líquido tiene solo una manera de aplicar, es porque no has leído sobre Cómo usar el agua micelar
Beneficios de su uso
Si aún tenemos dudas cuando pensamos en las maravillas que podemos conseguir con este producto, al utilizarlo de la manera correcta sobre nuestra piel, vamos a enumerar de forma sencilla una pequeña lista de beneficios variados, aparte de la ya conocida potencia de este como limpiador facial, que seguro convencerán a los más escépticos de al menos intentar probarlo, para descubrir por sí mismos su efectividad.
Para la limpieza
En principio, la creación de esta sustancia tenía un enfoque directo en su uso para remover impurezas y toda clase de suciedad del rostro, como si fuese un tipo de jabón de fácil aplicación, pero poco a poco se fue descubriendo que el agua micelar era más que solo eso, ya que permitía reducir mucho las rutinas de belleza, gracias a su eficacia y las características de su fórmula. Otras ventajas en este aspecto pueden ser:
- Otorga una limpieza increíblemente profunda, no solo de manera superficial, gracias a la función específica de las micelas que la componen.
- No causa ningún tipo de irritación, comezón, sarpullido o efecto adverso, ya que no contiene ningún ingrediente alérgeno, conservante o a base de alcohol.
- Ayudan a equilibrar y balancear los niveles de PH de la piel, ya que no aportan ningún componente que altere estos factores.
- Tonifica y añade resistencia y fortaleza al tejido.
- Es capaz de hidratar de manera efectiva, aun si no se trata de un producto pensado específicamente para este fin.
- Deja una sensación refrescante y duradera, que libera el tejido de la tirantez. Además de esto, la piel se sentirá más suave, eliminando la sensación de aspereza causada por la resequedad.
- Ayuda a la penetración correcta de los productos especializados que utilices posteriormente, como cremas antiedad, sérum, antiarrugas o cualquier otro.
Como desmaquillante
Con el paso del tiempo, la potencia de la limpieza que lograba el agua micelar se vio demostrada al ser capaz de remover los maquillajes más difíciles de manera sencilla y sin mucho esfuerzo. No hablamos solo del rubor y el lápiz labial de rutina, sino de verdaderas obras que embellecen el rostro como la pintura a un lienzo que sin embargo, requerían del uso de muchos tipos de productos aplicados en grandes cantidades. El agua micelar es excelente en este punto, ya que logra:
- No deja ningún tipo de sensación grasosa o jabonosa, ya que se absorbe completamente a través de los poros, por lo que no es necesario un aclarado posterior.
- Es capaz de sustituir cualquier otro producto necesario para retirar el maquillaje, por lo que se convierte en tu único elemento necesario para esta función.
- Su aplicación es una de las más sencillas que podemos encontrar, ya que no requiere más que la sustancia y un pequeño trozo de tela suave o algodón.
- Remueve la totalidad del maquillaje en la zona por donde pasa con suavidad, por lo que no es necesario frotar ni aplicar varias veces.
- Se seca de forma muy rápida, gracias a que se absorbe casi instantáneamente, por lo que es posible utilizar de nuevo maquillaje tras limpiar el anterior.
- Funciona perfectamente para dar retoques, ya que con la pericia correcta, se puede utilizar para remover partes del maquillaje, como el lápiz labial, la sombra de ojos y el delineador, al utilizar un hisopo o bastón de algodón, sin retirar el resto.
De acuerdo a su formulación
Por último pero no menos importante, algo que queremos destacar por encima de las funciones básicas de esta sustancia, es la complejidad de su evolución, lo que permitió la elaboración de fórmulas con otros activos y propiedades. Por ello, se recomienda no solo adquirir un agua micelar básica, sino revisar siempre la formulación, para encontrarnos con productos combinados capaces de:
- Incluso si se trata de la fórmula clásica, el agua micelar ayuda a retrasar la aparición de arrugas, gracias a la limpieza e hidratación que otorga.
- Es apta para todo tipo de piel, desde seca y grasa hasta la mixta, por lo que no tendrás que buscar entre muchas sustancias diferentes.
- En caso de utilizar agua micelar con nutrientes, o gel micelar, podremos nutrir la piel y las células de manera profunda, lo que aumenta los niveles de colágeno y elastina que fortalecen el tejido.
- Se puede utilizar una fórmula especial para ayudar a combatir diferentes tipos de imperfecciones, además de las arrugas.
- Con los ingredientes correctos, es posible su elaboración de manera casera, por lo que los amantes naturistas pueden idear sus propias recetas, siempre que no teman utilizar elementos de producción y síntesis profesional, de base molecular y sin rastro de químicos, ya que son los más efectivos para producir una verdadera agua micelar de calidad.
Método de aplicación
Aunque este producto pueda tener una gran cantidad de usos diferentes, su diseño está relacionado a la función de desmaquillante y limpiador facial, por lo que debe ser aplicado directamente sobre el rostro para que actúe de la forma correcta. Esto puede ocurrir mediante diferentes métodos, siendo el más común el uso de algún trapo de tela muy suave o un disco, esponjilla o trozo de algodón.
La manera de utilizarla durante la rutina es muy sencilla, siendo el primer elemento que debemos utilizar, para remover el maquillaje, eliminar las impurezas y ayudar a retirar la obstrucción de los poros. Lo más interesante acerca de este líquido, es que gracias a su composición a base de agua, no es necesario lavar el rostro posteriormente, ya que la sustancia será absorbida por la piel para ayudar con la hidratación de esta.
Para aplicarla, humedecemos el trozo de algodón o tela suave con una buena cantidad del líquido, sin empapar demasiado para que no chorree y perdamos parte de la sustancia, así como para evitar que escurra por nuestro rostro. Luego procedemos a frotar con suavidad las zonas que queremos limpiar, comenzando por las más sensibles, donde aplicaremos menor presión, como los párpados y el contorno de ojos.
Siempre que veamos que el algodón se encuentra sucio y lleno de maquillaje, debemos desecharlo y utilizar uno nuevo, igualmente humedecido con el agua micelar, para asegurar así que las impurezas y residuos se adhieren correctamente a las moléculas de la sustancia. Para esas zonas más difíciles de alcanzar, como el delineado de los ojos, podemos utilizar un hisopo o bastón de algodón, también llamados copitos, con mucho cuidado de no introducir el líquido en el globo ocular para evitar pequeñas molestias.
Si has llegado al final y te interesa aprender a preparar este artículo por ti mismo, te invitamos a leer Cómo hacer una gua micelar casera
En caso de utilizar una fórmula más compleja, que contenga diferentes activos con propiedades como antioxidantes, hidratantes, antiedad o para la eliminación de imperfecciones, podemos concentrar la aplicación en las zonas donde sabemos que más necesitamos de estos beneficios, de acuerdo a las necesidades de nuestra piel, utilizando una mayor cantidad de líquido para que este sea absorbido y penetre de manera más profunda y abundante en el tejido.