La piel es para muchos uno de los órganos más importantes del cuerpo, sirve como capa para proteger nuestro organismo de daños externos, ayudarnos a regular la temperatura, entre otras cosas. Pero, desde siempre, la atención que prestamos a este órgano no la solemos dedicar de manera exclusiva a sus funciones, sino que también a su apariencia y salud.
Esto es tan real, que podríamos considerar que para algunas personas la apariencia de la piel es tan fundamental que representa el reflejo más notorio e importante de cuidado personal, más resaltante que el que solemos brindar a la totalidad de los órganos internos. Un enfoque que si bien está un poco equivocado, no deja de tener un punto realmente muy válido, y es que la salud de nuestra piel es sin duda alguna algo a lo que de manera casi obligatoria debemos prestar atención.
Para conseguir este objetivo y lograr una piel saludable y limpia, existen muchos posibles caminos y rutinas, los cuales han ido cambiando y adaptándose poco a poco a través de los años, motivado ya sea por el surgimiento de nuevos descubrimientos en el área que hacen el proceso más efectivo, o las adaptaciones propias del cambio que ha tenido el modo de vivir en el mundo, principalmente en las grandes ciudades, donde mantener la piel limpia es un trabajo más demandante.
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Actualmente, lo único de lo que se tiene total certeza en este aspecto es que cuando el objetivo es lograr una piel sana y limpia, el secreto está en aplicar una rutina y un régimen de cuidado diario, ya que de la frecuencia y la perseverancia va a depender gran parte del resultado. En este sentido, queda muy en claro que no basta con simplemente aplicar un poco de agua y jabón en el rostro sino que son necesarios pequeños cambios que posiblemente no habías considerado.
Así que si aún no sabes bien cuál es el método correcto y que rutina debes seguir diariamente para lograr mantener la piel tanto de tu rostro como del resto de tu cuerpo muy limpia y lo más saludable posible, no dejes de leer, ya que en este artículo te brindamos algunos de los mejores e infaltables consejos que sin duda querrás comenzar a aplicar en tu día a día lo más pronto posible.
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Consejos básicos para cuidar tu piel
Mantener una rutina diaria de cuidado de la piel es, como lo mencionamos, el secreto fundamental para mantener este gran órgano sano y perfectamente limpio, pero esto no se traduce para nada en que sea el único factor a tener en cuenta, ni siquiera el que deberíamos considerar como un punto de partida en este aspecto.
Y es que, antes de si quiera comenzar a tener en claro qué rutina vas a seguir diariamente en tu piel, debes tener en claro y comenzar a seguir algunos puntos mucho más básicos, ya que sin los cuales cualquier limpieza que realices, crema que apliques o medida que tomes será prácticamente en vano, y el daño surgirá tarde o temprano.
Bebe suficiente agua
El agua es fundamental para la vida, es algo que sin duda ya habrás escuchado mencionar muchas veces, por eso como primer consejo básico debemos mencionarte la importancia que posee el beber la cantidad adecuada de agua en la salud general de todos los órganos de tu cuerpo, donde se incluye también tu piel.
El cuerpo a lo largo del día va perdiendo agua, y con ella se va disminuyendo la hidratación y la capacidad de que el organismo funcione con total normalidad, es por ello que se requiere ir reponiendo poco a poco todo el líquido que se requiere, esto lo conseguimos consumiendo en promedio unos 8 vasos de agua, lo que sería equivalente a unos 2 o 3 litros del denominado “vital líquido”.
Pero es importante recordar que cuando nos referimos al consumo de líquido no estamos hablando de cualquier tipo de bebida, sino de las llamada bebidas naturales, siendo la mejor alternativa, y a la que debes recurrir en mayor medida, el agua común, sin ninguna alteración. En este punto las sodas, gaseosas, bebidas energizantes, jugos envasados y demás no entran, ya que no solo no aportan la misma hidratación que el agua sino que traen algunas consecuencias que pueden terminar dañando la piel.
Aliméntate sanamente
Junto con el agua encontramos la comida, la cual cuenta incluso con un dicho bastante conocido “eres lo que comes”, algo que sin duda ya habrás escuchado más de una vez. Este dicho puede que para algunas cosas no aplique del todo, pero cuando hablamos de la salud de la piel sí que cae como anillo al dedo, siendo la manera más que perfecta de describir la relación que tiene tu estilo de alimentación con la salud y apariencia de tu piel.
Es a través de la alimentación que la inmensa mayoría de los nutrientes ingresan a nuestro organismo, afectándolo de manera totalmente directa. El llevar una dieta rica en grasas y carbohidratos, sumado a una deficiencia en vitaminas y minerales hace que tu piel tenga una apariencia opaca, surja el exceso de grasa, el acné, las manchas, la resequedad y que en general los daños sean más notorios, algo que te puede alejar rápidamente de la apariencia saludable y limpia que deseas.
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Evita excesos y vicios
Algo que todos hemos escuchado es que los vicos y excesos son dañinos para nuestra salud. Hábitos como el consumo de alcohol de forma frecuente y el tabaquismo causan a largo plazo problemas serios en ciertos órganos internos, que pueden incluso llegar a atentar contra la vida misma.
En la piel la cosa es un poco distinta, y es que si bien ninguna de estas sustancias va a causar en laguna zona de tu órgano de mayor tamaño algún problema lo suficientemente serio que te haga considerar peligroso su consumo, sí que traerá consecuencias negativas y bastante visibles en ella, las cuales llegarán incluso en un periodo de tiempo mucho menor al que demoran en surgir en el interior de tu organismo.
Cuando consumes de forma frecuente alguna de estas sustancias, tu piel va perdiendo su brillo natural, tornándose en poco tiempo bastante opaca, además comienza la resequedad, surgen manchas oscuras muy notorias, aparecen problemas como el acné e incluso aumenta enormemente la probabilidad de que se formen arrugas prematuras y líneas de expresión, principalmente si has incursionado en estos malos hábitos desde los años de tu adolescencia.
Para evitar que todo esto ocurra y logres conservar tanto tu cutis como tu piel en general en óptimas condiciones lo mejor que puedes hacer es mantenerte lo más alejado posible del cigarrillo y otras sustancias, además de mantener siempre al mínimo tu consumo de alcohol, el cual incluso de preferencia puedes también eliminar completamente.
Aplica menos maquillaje
El maquillaje se ha vuelto parte de la vida diaria, a tal punto que ya para muchas mujeres es visto como algo totalmente natural, al extremo de asumir que su piel lo toma de la misma manera, a pesar de que la realidad sea realmente muy diferente a lo que piensan. La piel no está diseñada para ser cubierta todo el día con sustancias ajenas como polvos, cremas o geles que bloqueen sus poros.
Para nuestro cutis, los productos con los que está fabricado el maquillaje, sin importar la marca y precio del mismo, son sustancias invasivas, muy similares a cualquier otro contaminante que puede llegar a posarse en la piel, por lo que al igual que ellos, impiden que la piel respire con normalidad, lo que termina generando una larga lista de consecuencias negativas a mediano y largo plazo, como lo son la aparición de arrugas prematuras, acné, entre otros.
Por esta razón, el aplicar capas más delgadas de maquillaje o el dejar de usarlo de vez en cuando puede servir como una excelente ayuda para preservar por más tiempo la salud general de la piel, evitar daños innecesarios, y lograr una limpieza más profunda cuando sea momento de darle un cariño especial a tu rostro.
Mantén tu cutis sano sin necesidad de productos especiales
A lo largo de este artículo te hemos mencionado ya varias veces la importancia fundamental que posee el llevar una correcta rutina de belleza para conseguir preservar la piel lo más sana posible y lograr limpiar a profundidad el cutis, espacio al que dedicamos siempre especial atención ya que es el lugar más expuesto a las impurezas y propenso a desarrollar daños, por lo que es sumamente importante brindarle un cuidado especial y detallado.
Aunque esto ya sea un hecho de conocimiento público, lo que realmente no lo es del todo es qué pasos hay que seguir para conseguir realizar todo el proceso de manera eficaz, algo que una vez aprendido se vuelve casi intuitivo y se torna parte indispensable de la rutina diaria, logrando mantener la piel limpia y sana todos los días.
En esto también hay varias opciones, las cuales se adaptan y cambian según cada persona haciendo de la rutina de cuidado un proceso algo largo, pero podríamos decir de manera general que los pasos infaltables que debes siempre aplicar son los siguientes:
Limpia con agua y jabón
El primer punto, y el más indispensable de todos es la limpieza general de la piel. La aplicación de agua y jabón es el punto de partida en toda rutina efectiva de cuidado cuando estás intentando conservar tu piel lo más limpia y sana posible, tanto en el cutis como en el resto de tu cuerpo, donde este paso suele ser más intuitivo y su frecuencia un tanto menor, ya que con hacerlo una vez al día será más que suficiente.
En el cutis por el contrario se requiere una frecuencia un tanto mayor, siendo lo ideal aplicar una limpieza general de cutis dos veces al día, la primer en la mañana o al momento de tomar una ducha y la segunda en las horas de la noche antes de ir a dormir. Esto es sumamente importante por diversas razones, la primera es la eliminación de la suciedad superficial, tanto la producida por factores externos, como la generada por la propia naturaleza de la piel.
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Para conseguir una limpieza efectiva, lo más aconsejable es que no acudas a cualquier jabón de aroma, sino que busques conseguir uno que sea un poco más amable con tu cuerpo y le regale algunos beneficios extra además de la limpieza. Un jabón natural de avena o de coco pueden ser tus mejores aliados para el cutis, y para el cuerpo un jabón antibacterial que incluya humectante entre sus ingredientes será la alternativa ganadora.
Exfolia tu piel
La exfoliación frecuente es otro punto importante que debes siempre considerar para lograr conservar tu piel limpia y así asegurarte que los contaminantes no bloqueen tus poros, penetren en el interior de tu piel para que la misma se mantenga lo más saludable posible todo el tiempo. Esto debes hacerlo al menos 3 veces por semana, tanto en tu cutis como en el resto de tu cuerpo durante la hora del baño.
Este proceso tiene especial importancia independientemente de si aplicas con la frecuencia ideal limpiezas con agua y jabón, ya que estos si bien eliminar de forma efectiva la suciedad y contaminantes que se encuentran en la superficie de tu piel realmente no logran borrar la totalidad de los mismos, por lo que siempre va a quedar una pequeña cantidad de ellos acumulada en espacios reducidos, haciendo estragos que probablemente ya hayas notado sin tener aún en claro la causa real.
Hidrata diariamente
Mantener la piel bien hidratada es un punto muy esencial en su cuidado, ya que es normal que a lo largo del día el cuerpo vaya poco a poco perdiendo parte de su hidratación, haciendo necesario que recurramos a un poco de ayuda tanto para recobrarla como para evitar que la perdida sea mayor de lo considerado como normal.
Por ello, el uso de cremas humectantes tanto la versión facial como la corporal son un punto que no debes nunca dejar de lado, especialmente si tu piel posee cierto nivel de tendencia a la resequedad, no bebes suficiente liquido o posees un estilo de vida demandante que le exija a tu piel mantener constantemente exposición a diversos factores que generan daños.
Si estás en la búsqueda de alternativas que puedas conseguir fácilmente para ayudar a tu piel a mantenerse lo más saludable posible, sin duda te pueden interesar los Ingredientes que tienes en casa que sirven como desmaquillante natural
Algunos productos que puedes pensar incluir
Además de los puntos que hemos mencionado, existe otro pequeño factor que puedes considerar, y es el uso de algunos productos que te facilitarán la labor de mantener tu piel totalmente limpia, pero sobretodo de preservarla lo más saludable posible. Estos en su mayoría son totalmente opcionales, pero sin duda alguna el resultado que brindan a tu piel hace que valga la pena invertir un poco de tiempo y dinero en adquirirlos y añadirlos a tu rutina de cuidado de la piel.
Protector solar
Todos sabemos que el sol, o mejor dicho, la exposición prolongada a los rayos del sol es un factor considerado de alto riesgo para la salud de la piel, ya que puede generar la aparición de ciertas enfermedades y problemas cutáneos de leves a moderados, como las quemaduras, manchas, e incluso cáncer de piel. Es por esto que si buscas una manera de cuidar efectivamente toda tu piel puedes comenzar a considerar el incluir un protector solar de calidad entre tus artículos de cuidado personal.
En esto debes tener en cuenta un punto fundamental, el factor de protección solar con el que cuenta el producto, lo más aconsejable es que adquieras uno que posea un nivel de por lo menos +50 para el área del cutis, y de al menos +30 para el resto del cuerpo, principalmente en las zonas que estarán más expuestas al sol durante el día, pero sin dejar de lado los espacios cubiertos, ya que en ellos también pueden surgir inconvenientes.
Adquiere una crema o sérum facial
Otro punto que puedes considerar para mantener tu cutis sano es el comenzar a utilizar de forma frecuente productos especializados para su cuidado como cremas faciales o sérum especializados que te ayudarán a tratar cualquier tipo de problemas específicos que puedes estar padeciendo en la piel, o bien prevenir su aparición en un corto o mediano plazo.
Esta clase de productos se pueden adquirir muy fácilmente, y cuentan con una variedad de opciones bastante amplia tanto si piensas en su calidad, efectividad o incluso precio, ya que existen alternativas para toda clase de presupuesto, así que no existen excusas validas a las que puedas acudir para evitar incluir a una de estas opciones en tu rutina diaria de cuidado de la piel.
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Con lo que te hemos indicado, habrás notado que realmente el mantener un cutis y en general una piel saludable y conservar su limpieza es una labor más sencilla de lo que parece. Simplemente vas a requerir una cantidad suficiente de perseverancia, ya que como lo habrás notado, el preservar la piel es una labor que requiere trabajo diario y la aplicación constante de ciertas medidas, donde la limpieza es indudablemente la más importante de todas.