Exfoliar nuestra piel es de vital importancia si queremos que luzca brillante, suave y libre de imperfecciones. Debido a los últimos avances de la cosmética ha surgido una confusión entre lo que es el peeling o un exfoliante, siendo en ocasiones confundidos y mal utilizados.
Por esta razón hemos preparado este artículo, para brindarte información completa sobre ambos métodos, te explicaremos la diferencia entre peeling y exfoliante para que así puedas escoger la mejor opción para ti y, por si fuera poco, aprenderás como utilizarlos.
¿Qué es el exfoliante?
El exfoliante, específicamente el exfoliante físico es un producto de cosmética y limpieza que ayuda a eliminar la suciedad a un nivel más profundo, a comparación de los jabones convencionales. Este tiene la capacidad de arrastrar toda la piel muerta que se encuentra en la capa externa de nuestra piel, esto se debe a que comúnmente presentan una consistencia “arenosa” o pequeños granos que realizan una limpieza mecánica.
Si quieres conocer todos los beneficios del exfoliante, no dudes chequear en Qué es y para qué sirve el exfoliante
Este producto debe ser añadido en nuestra rutina de limpieza facial, ya que, debido a nuestro estilo de vida actual y a la contaminación ambiental, nuestros poros absorben mayor suciedad, obstruyéndolos y ocasionando puntos negros o espinillas. Al exfoliar nuestra piel constantemente estaremos evitando que esto ocurra, mejorando no solo su apariencia sino también su estado de conservación natural.
Los granos del exfoliante vienen mezclados con diferentes componentes que ayudan solucionar diversas problemáticas de la piel, pueden controlar el nivel de sebo producido, aportar hidratación extra, refrescar y disminuir los poros dilatados, aliviar las pieles sensibles, entre otras cosas.
Cuando el producto genere espuma o presente partículas más gruesas suele ser denominado como scrub. Sin embargo, ofrece los mismos beneficios que un exfoliante y actúa de la misma manera, por lo tanto, se considera como uno.
¿Qué es el peeling?
El peeling es una técnica que permite eliminar las células muertas que se encuentren acumuladas en la piel, esta ofrece un tratamiento más profundo a comparación de la técnica física de exfoliación, ya que no actúa mediante el arrastre de las partículas, sino mediante químicos o componentes que disuelven los restos de piel muerta. Comúnmente están formulados a base de ácidos BHA. AHA y PHA, llamados hidroxiácidos.
¿Qué son los hidroxiácidos?
Los hidroxiácidos son pequeñas moléculas que tienen la capacidad de estimular la renovación celular y de eliminar aquellas que ya no se encuentren aptas o saludables. Nuestra piel realiza este procedimiento por su cuenta, aproximadamente cada 28 días. Sin embargo, conforme los años transcurren este proceso se ve ralentizado y en ocasiones no se efectúa eficazmente, necesitando una pequeña ayuda por parte de nosotras.
Existen varios tipos de hidroxiácidos, entre los más utilizados tenemos:
– Alfa hidroxiácidos (AHAs)
Este tipo de hidroxiácidos aporta hidratación y brillo, unifica el tono y ayuda a mantener los niveles de hidratación de la piel. Es ideal para quienes presenten piel seca o ya sea que estén buscando prevenir y mejorar la apariencia de las arrugas. En este grupo podemos encontrar el ácido láctico, mandélico o glicólico.
El ácido glicólico es el más fuerte de todos, su concentración suele ser intensa y en algunos tipos de piel puede generar reacciones. Por otra parte, el ácido láctico presenta una probabilidad menor de generar molestias, ya que es el más ligero.
– Beta hidroxiácidos (BHAs)
El tipo de piel grasa puede presentar una mayor cantidad de puntos negros y suele ser propensa a la aparición de acné. En estos casos los especialistas recomiendan utilizar los ácidos BHA, ya que son perfectos para penetrar a capas profundas, eliminando todo el sebo acumulado y que se encuentre obstruyendo los poros. Su componente principal es el ácido acetilsalicílico, ayuda a controlar la producción de bacterias y desinflama las zonas afectadas.
Este tipo de hidroxiácidos suele ser bastante fuerte, puede ocasionar irritación y luego de su aplicación debes mantener cuidados intensivos en tu rostro, así evitarás molestias o que el estado de tu piel empeore. (Si presentas alergia a la aspirina, lo recomendable es que te realices una pequeña prueba de alergias antes de aplicarlo por completo)
– Poli hidroxiácidos (PHA)
Los polis hidroxiácidos es el tipo más reciente, surgió para suplir las necesidades de las pieles sensibles o delicadas. Estos se diferencian de los otros ácidos por presentar moléculas grandes, lo que ocasiona que su capacidad de penetración no sea tan profunda. Al no poder entrar a capas internas de la piel las probabilidades de presentar molestias o irritaciones son menores.
Por lo tanto, son aptos para todos los tipos de piel existentes, ayudan a limpiar de manera efectiva, removiendo completamente la piel muerta o restos de suciedad, garantizando un tono homogéneo, brillo e hidratación. Ayuda a conservar el colágeno presente en la piel, por lo cual esta conservará su fortaleza y elasticidad.
Si lo tuyo son las alternativas naturales, te invitamos a que las conozcas en Cómo crear un exfoliante facial casero
Nota: El peeling es considerado una técnica de exfoliación, ya que básicamente cumple al igual que la exfoliación convencional en ofrecerle una limpieza profunda al rostro. Según su nivel de penetración en nuestra piel puede ser ejecutado por un especialista o podremos realizarlo desde la comodidad de nuestro hogar.
Diferencia entre peeling y exfoliante: ¿Cuál es mejor para mí?
Tal como hemos descrito en el punto anterior, el peeling y la exfoliación convencional presentan el mismo objetivo principal y ofrecen una limpieza eficaz a la piel. Entonces, ¿Cuál es su diferencia? En pocas palabras, el peeling al ser realizado mediante ácidos y componentes más fuertes suele penetrar a una profundidad mayor y puede irritar algunos tipos de pieles sensibles.
Por esta razón, es considerado un método más agresivo y es ideal para ser utilizado en pieles que necesiten una renovación celular intensa, ya que ayuda a regenerar la piel, eliminar manchas, cicatrices e imperfecciones.
El peeling estimula la creación de nuevas células en la piel, permitiendo que presente mayor fortaleza ante los diversos agentes contaminantes que pueden ocasionar daños en nuestra preciada dermis.
Entonces, ¿Cuál es el mejor para mí? Exfoliantes físicos vs peeling
Puede que te estés preguntando cual método de exfoliación es el ideal para ser utilizado en tu rostro. Esta es una opción estrictamente personal y va a depender de tus necesidades y las características de tu piel. Por esta razón, vamos a especificar un poco más acerca de las diferentes características y los beneficios que nos ofrecen ambas opciones, de esta manera tendrás un conocimiento más amplio acerca de sus diferencias y podrás escoger la opción ideal.
– Profundidad de acción
Principalmente, los exfoliantes físicos actúan únicamente en la capa externa y visible de la piel (epidermis) mientras que algunos peelings pueden penetrar a capas más profundas, de esta manera pueden solucionar problemas difíciles de eliminar, como manchas.
– Técnica a utilizar
Con los peelings, no es necesario que frotes tu rostro con movimientos circulares, solo basta con aplicar el producto y dejar que este actúe durante los minutos necesarios. En cambio, con un exfoliante físicos si debes realizarlo para poder eliminar las células muertas.
– Aplicación del producto
Con los exfoliantes convencionales deberás humedecerte un poco la piel antes de proceder a frotarlo en todas las zonas que lo desees, con los peelings debes aplicártelo con la piel limpia y completamente seca para que este pueda actuar y penetrar sin ningún impedimento. Además, cada uno tiene un procedimiento peculiar de aplicación. ¡Esto lo explicaremos detalladamente más adelante!
– Ofrecen reacciones distintas
El peeling no es apto para todos los tipos de piel, algunas pueden reaccionar de manera desfavorable a los ácidos, ocasionando irritaciones y molestias. Su uso debe ser añadido progresivamente. Es decir, la primera vez que lo apliquemos en nuestro rostro no debemos utilizar una cantidad excesiva, debemos ir aumentando poco a poco para que así la piel tenga el tiempo de adaptarse.
En cambio, los exfoliantes físicos no presentan reacciones ante ningún tipo de cutis, no generan molestias y pueden ser utilizados sin problema.
– Constancia de aplicación
Los exfoliantes convencionales pueden ser utilizados hasta dos veces por semana si tu cutis es graso y una vez si es seco. Mientras que los peelings no pueden ser aplicados con tanta frecuencia, si realizamos el peeling en casa, debemos aplicarlo cada 8 o 15 días, dependiendo de su concentración. De esta manera la piel podrá descansar y regenerarse.
En cambio, si optamos por ir a una cosmética o centro dermatológico a realizarnos un peeling profesional, debemos esperar incluso hasta más de un mes para poder realizar el próximo, ya que en este caso presenta un nivel mayor de concentración en los componentes activos.
– Resultados variables
Los resultados con el peeling suelen observarse desde la primera aplicación, ya que como hemos detallado a lo largo del artículo, penetra a mayor profundidad. A comparación de los exfoliantes físicos, con los cuales se puede observar mejoría en nuestra piel. Pero, si mantenemos constancia. E incluso, pueden resultar más beneficios para conservar su estado ideal que para eliminar completamente la apariencia de manchas, acné u otras problemáticas.
– Cuidados posteriores disimiles
Ambas técnicas de exfoliación requieren cuidados posteriores diferentes. Por una parte, el peeling necesita que seas más estricta a la hora de aplicar bloqueador solar, evitando el contacto directo con el sol luego de realizarte este tratamiento y debes mantener tu piel perfectamente hidratada, así evitarás que se seque debido a los ácidos que le han sido aplicados.
En cambio, la exfoliación física requiere los cuidados mínimos convencionales de toda rutina de belleza, sin ningún tipo de cuidado estricto o excepcional. Por supuesto que debes aplicarte protector solar. Pero, no observarás ninguna reacción desfavorable si ese día lo olvidas.
Cómo utilizar correctamente el peeling o el exfoliante en casa
Llegó el momento de conocer cómo se utilizan ambos productos, debido a que su formulación no es similar, el método de aplicación es completamente diferente. Debes seguir el procedimiento al pie de la letra, sin importar por cual opción decidas aplicarte en el rostro, de esta manera tendrás la certeza de que el producto actuará sin ningún problema.
Peelings en casa
Antes para poder realizarte un peeling químico debías ir únicamente a la estética o dermatólogo, esto cambió durante los últimos años gracias a que diversas marcas comenzaron a comercializar los ácidos que suelen utilizarse para este procedimiento. Uno de los más utilizados y recomendados es el ácido láctico, ya que actúa de manera delicada. Dejando la piel suave, regenerada y libre de células muertas.
Si deseas realizarte un peeling en casa debes ser supremamente cuidadosa y seguir los consejos que te recomendaremos a continuación:
– Escoge el que se adecue a tus necesidades
Al comienzo del articulo detallamos los tipos de hidroxiácidos que podemos conseguir en la actualidad, es necesario que escojas únicamente el que mejor se adecue a tus requerimientos. Si tu piel presenta dermatitis, rosácea o hipersensibilidad, te recomendamos que consultes con un dermatólogo, así te asesorará y podrá guiarte a la mejor opción para ti.
– Comienza por los menos fuertes
Si es tu primera vez utilizando ácidos, lo mejor que puedes hacer es comenzar probando con aquellos que no sean tan fuertes y dependiendo de la reacción de tu piel, puedes ir intentando con otros.
– Añádelos poco a poco a tu rutina de limpieza
El momento en el que estas recién incluyendo ácidos a tu rutina de limpieza es muy importante, su efectividad y las reacciones positivas de este producto dependerán de la manera en la que lo incorpores. Lo ideal es que comiences aplicándolos cada 15 días, así la piel podrá adaptarse e ir regenerándose, cuando ya lleves un mes o más utilizándolos, puedes comenzar a utilizarlos una vez por semana.
– Utiliza únicamente estos productos de noche
No debes aplicarte ácidos a plena luz del día, y luego de su aplicación debes ser juiciosa y proteger tu piel contra los rayos UV mediante protectores solares y evitar la exposición directa y prolongada. Esto puede llegar a ocasionar molestias, irritaciones e incluso manchas en tu piel.
A pesar de que siempre debemos utilizar protector solar, este se vuelve de uso obligatorio cuando realizas peelings en casa.
– Añade cremas reparadoras e hidratantes
Además del protector solar, otro producto que se vuelve infalible es la crema hidratante, debes ayudar a tu piel a regenerarse ante la exfoliación que le has aplicado y para ello necesitas una crema reparadora, de esta manera la piel que se regenere será saludable, fuerte y suave. De lo contrario, si no la hidratas lo suficiente puedes observar como esta se pela o luce reseca.
– Mantén una buena rutina de cuidados
Luego de realizarte peelings debes ser constante en el cuidado de tu piel, no basta con aplicarte ácidos en tu rostro para que esta mejore su apariencia. Debes complementar con otros cuidados en tu rutina de belleza, no olvides lavar el cutis dos veces al día con un jabón especial y que no interfiera con los ácidos del peeling, este debe brindar alivio y humectación.
– Procedimiento para su aplicación
Aplicarte peelings tu misma es súper sencillo, este se aplica con el cutis seco, luego de haberlo lavado con tu loción limpiadora de preferencia. Aplica el producto en todo tu rostro, puedes utilizar una gota en cada área y difuminarlo suavemente. Si es la primera vez que lo utilizas, lo mejor es que no dures mucho tiempo con ellos, con cinco minutos será suficiente. La próxima vez que lo apliques puedes extender el tiempo un poco y así sucesivamente, hasta llegar a un máximo de 30 minutos.
Exfoliación física
La exfoliación física a pesar de ser la más común y fácil de realizar, también tiene un método de aplicación ideal, de esta manera tendrás la certeza de que estas utilizando el producto como debes y que los resultados serán eficaces y garantizados.
– Utiliza el ideal para ti
A pesar de que la exfoliación física no suele llevar ácidos en su composición -a menos de que se trate de un exfoliante múltiple, que ofrece ambos- debes seleccionar el que mejor solucione las problemáticas de tu piel. Si sufres de acné, debes optar por uno sebo regulador, así controlas la aparición de espinillas y puntos negros.
Si tu piel es madura o seca, debes escoger un exfoliante con ingredientes hidratantes.
– No excedas en su aplicación
Si exfolias en exceso tu piel puedes ocasionar una sobre exfoliación e incluso, rallar o dañar la capa externa debido a los granos del exfoliante. Así que tampoco ejerzas demasiada presión cuando lo utilices, exfolia con total delicadeza, sin presión ni apuros. Si tu piel es grasa, con dos veces por semana es suficiente, si esta es seca puedes realizarlo una vez por semana.
– Procedimiento para su aplicación
El exfoliante físico puedes utilízalo cuando quieras, ya sea de día o de noche, este no convierte tu piel en foto sensible ni presenta reacciones negativas ante los rayos solares. El procedimiento es sencillo, luego de tener tu rostro completamente limpio, debes aplicar el exfoliante, humedece un poco la zona para que pueda distribuirse con mayor facilidad y los granos no lastimen tu piel.
Realiza movimientos circulares por dos minutos, enfócate en la zona T o en donde presentes mayor cantidad de puntos negros. Luego debes enjuagar con abundante agua y continuar con tu rutina de belleza.
Puedes encontrar información más detallada sobre este maravilloso tema en Cómo exfoliar la piel del rostro
Espero hayas aprendido la diferencia entre peeling y exfoliante, ambos métodos funcionan para brindarle una limpieza eficaz a nuestra piel, cada uno con sus características y ventajas que los hacen tan diferentes entre sí, pero, con un objetivo en común: Cuidar y proteger nuestra dermis. ¡Gracias por leernos!