En el artículo de hoy vengo a hablaros de las cremas antiarrugas, esos cosméticos a los que todos echamos mano cuando empezamos a ver las primeras líneas de expresión en nuestro cutis, las arruguitas que empiezan a aparecer, el estado apagado de la dermis, etc.
Las lociones destinadas para acabar con estas imperfecciones son las más vendidas con diferencia dentro del cuidado de la piel, todo ello porque nadie quiere ver su rostro con un aspecto envejecido y apagado, y es por ello que lo ideal será que al elegirlas sepamos exactamente cuales son las mejores, las más efectivas y las que nos aportarán mejores resultados.
En este ranking encontraréis toda la información necesaria sobre lo que es cada una de las cremas y por ende lo que nos ofrecerán, de este modo podréis elegir la que más os guste en concordancia con vuestro tipo de piel, vuestras comodidades y lo que realmente necesitáis en este momento.
Dicho todo esto, es el momento de comenzar con la lista, así que ¡allá vamos!
La mejor:Nezeni Crema Antiage Intensiva

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Nezeni, una empresa española, está consiguiendo poco a poco que sus productos aparezcan en las listas de los mejores y se lo ha ganado a pulso.
Sus consignas son: materias primas de calidad y de origen natural, investigación y aplicación de las mejores tecnologías al proceso cosmético y llegar a un gran público gracias a la unión de altos estándares de calidad y precios muy ajustados (sus productos solo se pueden comprar en Internet, para ahorrar los elevados costes de intermediarios).
Esta crema antiedad es impresionante por su concepción y sus resultados: tiene un efecto similar al del bótox, conseguido a base de sustancias naturales y sin ninguno de los muchos inconvenientes de la bacteria botulínica.
Ataca cada aspecto de la recuperación dérmica de las pieles maduras con una combinación muy inteligente de activos en cantidades importantes y que aparecen en las primeras posiciones del INCI.
Varios polisacáridos, entre los que se encuentra el ácido hialurónico, garantizan una hidratación profunda. Pero su acción va mucho más allá: penetran profundamente en la piel (las pequeñas moléculas del AH ayudan a los demás ingredientes a hacerlo), rellenándola por dentro y reactivando los sistemas cutáneos que llevarán a una piel renovada.
El Fucogel (un biosacárido que se obtiene a partir de la fermentación de bacterias «buenas») refuerza la hidratación y aporta sensaciones de máxima suavidad.
El complejo de oligosacáridos Tens’Up, junto con Cobiolift, un extracto de semillas de quinoa totalmente natural, ejercen marcados efectos lifting y antiedad inmediatos, redefiniendo los contornos, reduciendo visiblemente las arrugas, igualando la superficie cutánea y su tono y creando una película sobre el cutis que lo tensa.
¿Lo mejor? Este efecto también se mantiene e incrementa con el uso continuado y se instala a largo plazo.
El ingrediente conocido como sangre de dragón o dragon’s blood se ocupa de desintoxicar la piel, defendiéndola de los radicales libres con su potente acción antioxidante, estimulando las defensas cutáneas y eliminando la polución y otros contaminantes.
Regenera los tejidos, reduce la inflamación, mejora la síntesis de colágeno, cicatriza, hidrata y restaura las pieles irritadas y estresadas.
Emulsionantes como la glicerina vegetal ven sus efectos hidratantes y acondicionadores incrementados por el complejo Natura-Tec Crystal Cream, una mezcla de insaponificables de oliva y ésteres de sacarosa muy biocompatible con la piel humana: mejoran la hidratación, la actuación de los demás ingredientes, protegen la barrera cutánea y dan a esta crema una textura muy suave y cohesionada que se traslada al rostro.
La fórmula se enriquece con betaína (hidratante y calmante), vitamina E y arginina.
Hay que resaltar los poderes antioxidantes, regeneradores, hidratantes y calmantes del tocoferol (vitamina E), sus efectos antiedad y de eliminación paulatina de marcas, pequeñas cicatrices, manchas, granitos y todo tipo de imperfecciones.
Además, mejora las defensas de la piel frente a los rayos UV y los radicales libres solares, responsables en gran medida del envejecimiento prematuro de la piel.
El resultado es una crema para el tratamiento diario del cutis -tanto femenino como masculino- que consigue una mejora del aspecto de la piel desde la primera aplicación y, a la vez, va remodelando los sistemas cutáneos para que recuperen capacidades.
Es importante destacar su papel en la protección, mejora, recuperación y mantenimiento de una barrera cutánea en perfectas condiciones, puesto que es una condición imprescindible para la obtención de un cutis sano y juvenil.
Tu rostro estará más terso y firme, más flexible, relleno y suave; desaparecen arrugas y otras señales de la edad; los signos de cansancio y madurez se reemplazan por una tez luminosa y descansada, plena y renovada que notarás mejorar en cada aplicación.
Esta crema de textura rica y fluida al mismo tiempo, cunde mucho, se absorbe rápidamente sin dejar restos: te devolverá la piel que añoras y será tu mejor aliada en el proceso inevitable del paso del tiempo.
Los conservantes están en la cantidad necesaria para garantizar el perfecto estado de la fórmula durante dos años a partir de la fecha de envasado.
Nezeni cuida tanto las recetas de sus productos como su preservación una vez abiertos, por lo que suele utilizar envases que los mantienen lo más aislados posible, con aplicadores de bombeo airless que evitan la contaminación por contacto con la piel o con el aire.
Es perfecta para todo tipo de pieles. Por la mañana dará a tu rostro un aspecto más joven y descansado, protegiéndolo de la polución, el sol y los radicales libres; durante la noche estimulará los procesos naturales de la piel de forma más intensa, acelerando su recuperación.
Cuando la uses no olvides el cuello y la zona del escote.
Es hiporalergénica, no comedogénica y está dermatológicamente testada.
Para hacerte con ella tienes que pedirla online en la página de Nezeni o en Amazon, donde la encontrarás más cara.
Estée Lauder Revitalizing Supreme Plus

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Estamos ante uno de los best sellers de la cosmética antienvejecimiento.
La crema Revitalizing Supreme Plus de Estée Lauder es casi un icono y está en lugar destacado en muchas de las listas de las mejores.
Veamos qué contiene y si merece el reconocimiento que recibe.
Al principio del INCI -que es largo, doy fe- encontramos emolientes y solventes, como la glicerina, muy probablemente de origen mineral, es decir, derivada del petróleo, que no tiene las propiedades de la derivada de materias vegetales: retiene la humedad mediante la oclusión de la piel, impidiendo que esta pueda librarse del sudor, la grasa sobrante y las toxinas que expulsa de forma natural y constante.
También encontramos dimeticona, una silicona cuya ventaja es dotar al producto y a la piel de un tacto muy agradable y nada más. Sin embargo, es contaminante, puede provocar irritación y otras reacciones y no aporta nada a la dermis.
Los activos vegetales vienen a continuación y la estrella de la composición es el extracto de moringa, un aceite muy similar al sebo humano y muy compatible con la piel, lleno de maravillosas propiedades: hidrata, protege de los radicales libres con su potente acción antioxidante, calma, cura y mejora la cicatrización, estimula la microcirculación, tiene efecto antisépticos y es perfecto tanto para pieles secas y sensibles como para las más grasas, ya que es no comedogénico y regula las secreciones sebáceas, equilibrando el cutis.
La lista continua con más extractos, como el del cactus tuna, el de cebada, el de pepino, narciso o manzana, por citar algunos.
La mezcla consigue una crema que afronta todos los aspectos del cuidado facial en las pieles maduras y los mejora a ojos vista.
Así, la piel se ve más firme, se fortalece, recobra brillo y lozanía y las señales de la edad, como las arrugas, la hiperpigmentación y el tono mate se van diluyendo.
Tiene efectos calmantes y refrescantes (por ingredientes como el pepino), estimulantes y antioxidantes, pero esta fórmula pone un especial acento en la protección contra el sol, añadiendo hasta tres filtros solares: avobenzona, octisalato y octocrileno.
Para mí que la avobenzona esté en el límite tolerado del 3% no es una buena señal, porque hay estudios que demuestran que se acumula con el uso continuado y tiene posibles efectos tóxicos.
El octisalato, por su parte, puede tener efectos inmunológicos y alergénicos, razón por la que en Japón se ha restringido su uso.
La lista continúa con un largo despliegue de conservantes y otros aditivos entre los que hay muchos poco recomendables (es que hay muchísimos en este INCI), como polímeros, disodium edta, Bht y algunos colorantes.
También hay vitamina E y vitamina C, e incluso ácido hialurónico, pero es difícil conocer el alcance real de su acción, porque aparecen hacia el final del listado.
En mi opinión, a la parte central de la fórmula, en la que se encuentras los ingredientes de origen vegetal, no se le puede poner una pega: es completa, aborda el cuidado de la piel de una forma integral y tiene excelentes propiedades para las pieles maduras de todo tipo.
Pero en el arranque y el cierre (insisto, muy larguísimo) no priman la seguridad y la atención al cutis, y encontramos bastantes ingredientes descartables por peligrosos (como poco, por no ser seguros) y fácilmente sustituibles por otros semejantes pero más fiables y compatibles con nuestra dermis.
Si quieres conocer sus resultados, sí parece tener la capacidad de rejuvenecer el rostro y darle una nueva vida. Hidrata, calma, suaviza, mejora el aspecto de arrugas y otras marcas del tiempo, recupera firmeza y densidad.
Tiene una textura extraordinariamente suave, pero es en gran parte debida a esos ingredientes sintéticos como las siliconas, que son apariencia más que beneficio real.
Es apta para todo tipo de pieles, aunque es posible que no sea la mejor elección si la tuya es seca.
Aunque sus aceites y mantecas son naturales y no comedogénicos, no se puede decir lo mismo de los derivados del petróleo y de las siliconas, así que si tu rostro tiende a ser graso pon atención a un posible empeoramiento.
Otro inconveniente es el formato del envase, que expone el producto al contacto continuado con el aire y la piel de los dedos, es decir, a la contaminación.
Satin Naturel Crema de Ácido Hialurónico Bio

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Vamos ahora con una de las cremas que más reseñas buenas tiene, veremos el porqué.
La cosa pinta bien, porque se trata de un producto natural y ecológico, sin ingredientes sospechosos.
Sus activos son el aloe, la manteca de cacao, el ácido hialurónico -protagonista indiscutible-, la vitamina E, el aceite de argán y el de coco.
Que el ácido hialurónico no esté en el primer puesto se explica porque este ingrediente tiene un gran efecto en dosis entre el 1 y el 2% y no debe superarse nunca esa cantidad.
Conocido por su capacidad de hidratación que permite a sus moléculas absorber y retener hasta mil veces su peso en agua, en esta ocasión encontramos una combinación de varios pesos moleculares, lo que permite que trabaje en todos los estratos cutáneos.
No solo rellena la piel y la hace más densa y jugosa, sino que estimula la síntesis del colágeno, es antioxidante y ayuda a eliminar manchas y marcas.
La manteca de cacao y la leche de coco son muy hidratantes, ricos y nutritivos, completamente compatibles con la piel, a la que aportan vitaminas y minerales, activos antioxidantes, protectores y antisépticos.
El aceite de argán mejora la humectación, suaviza la piel y le devuelve elasticidad. Lleno de aceites grasos esenciales, antioxidantes y vitmanina E, es no comedogénico, calmante, cicatrizante, protege la piel y ayuda a regenerarla, siendo un extraordinario ingrediente antiedad.
La vitamina E o tocoferol es un gran ingrediente antioxidante que protege tanto a la piel como a la fórmula. Incrementa la hidratación natural, calma y reduce las inflamaciones e irritaciones, aumenta la elasticidad y protege frente al sol.
Es esta una crema untuosa para todas las pieles maduras, que quizá resulte demasiado densa para las más grasas, pese a no ser comedogénica.
Hidrata y mejora la piel, la calma y refresca (tiene extracto de pepino) y esta recupera flexibilidad, estabilidad y una apariencia más firme, con contornos más definidos.
Se extiende bien y penetra con rapidez, sin dejar rastros oleosos ni pringosos. Cunde mucho, así que es mejor no usar demasiada cantidad en cada aplicación.
El tarro en el que está envasada, como he mencionado anteriormente, no es el envase óptimo para preservar nuestros cosméticos.
Clinique Smart Night

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Aunque la fórmula no tiene nada que ver, esta crema me recuerda a la de Estée Lauder: Un principio con emulgentes y solventes, algunos de ellos derivados del petróleo, como la vaselina y la glicerina, con la dimeticona incluida, activos vegetales, vitamina C, acido hialurónico, polímeros y conservantes que incluyen disodium edta y fenoxietanol.
También es un INCI muy largo.
Así que como os dije en el apartado de la crema de Esteé Lauder los hidrocarburos derivados del petróleo y las siliconas solo sirven para enmascarar los posibles problemas, no para solucionarlos.
Ahora bien, también encontramos algunos ingredientes que aportarán propiedades
El extracto de tamarindo es rico en polisacáridos y parece tener, al menos, la misma capacidad hidratante que el ácido hialurónico, lo que no es cualquier cosa; mejora la elasticidad cutánea, la cicatrización y regeneración celular, es antioxidante y activa la síntesis de colágeno.
Tiene efecto aclarante y de corrección de irregularidades en la pigmentación.
El de algas es hidrante y antioxidante, como lo es la proteína de soja y el extracto de levadura.
También todos esos ingredientes protegen la piel de los efectos del sol y mejoran sus defensas frente a estos, lo que no significa que puedan hacer el trabajo de un protector solar.
El té verde suma antioxidantes, efectos antiinflamatorios, curativos y regeneradores.
Lo dicho: una fórmula bastante completa que se echa a perder -desde mi punto de vista- con los emulgentes, los conservantes y demás.
Al final, no hay piel sana sin hidratación intensa y constante, no hay piel joven sin antioxidantes y del trabajo de estos dos tipos de ingredientes se derivan múltiples beneficios para la piel y todos sus procesos, por lo tanto son dos aspectos que debemos cubrir siempre.
Con el uso de esta crema que trabaja durante toda la noche, tu piel estará más firme, tersa, elástica, luminosa y uniforme.
Es de textura ligera y fresca, no grasa, deja la piel muy cómoda e hidratada y cunde bastante.
No olvides usarla en el cuello y el escote.
Es hipoalergénica y contiene filtros solares.
Elemis Pro-Collagen Marine Cream

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En el caso de esta última crema los objetivos son los mismos que los de las anteriores lociones: mejorar la firmeza, eliminar arrugas, redensificar la piel, hidratarla, nutrirla y protegerla estimulando todos sus procesos, pero aquí se incide en los activos que van a incentivar la producción de colágeno.
Esto es así porque el colágeno como tal no tiene utilidad en las cremas: sus grandes moléculas son incapaces de traspasar la barrera cutánea, así que el objetivo de casi todas las cremas que llevan el cartel de «colágeno» es mejorar desde dentro su síntesis a base de activos capaces de hacerlo, como pueden ser el AH, la vitamina C y muchos otros.
Una vez más, nos encontramos con un INCI muy largo, pero aquí hay activos casi al principio de la lista, en la que en posiciones altas también aparecen muchos conservantes.
Aditivos como el fenoxietanol muy al principio (suele estar al final, porque se usa en cantidades mínimas), la presencia de dimeticona y varios agentes de fragancia, además de las fragancias que de forma natural se encuentran en los extractos vegetales utilizados son los ingredientes más polémicos de esta crema antiedad.
Aceite de jojoba y de girasol, vitamina E, manteca de cacao, aceite de trigo, extracto de zanahoria y de algas constituyen el plato fuerte de esta hidratante antiedad.
Hay ingredientes que ya hemos visto en los productos anteriores, como la vitamina E, y que no vamos a repasar: puedes ver sus efectos en la Crema Antiedad Intensiva de Nezeni y en la de Satin Naturele.
Se dice que el aceite de jojoba es el más similar al sebo humano, totalmente biocompatible y con una gran capacidad de penetración en la piel.
Hidrata, mejora la flexibilidad, tiene antioxidantes, regenera los tejidos y protege la piel, como lo hace el de girasol, que tiene propiedades calmantes y fotoprotectoras.
Con esta crema tu piel estará más firme (es lo que hacen el colágeno y la elastina, sustentar el tejido cutáneo), tus perfiles más definidos y la flacidez se recupera o se retrasa.
Pero, en mi opinión, a estas cremas les sobran los ingredientes con riesgo de provocar irritación, toxicidad de varios tipos y que son, además, contaminantes.
Hasta aquí el repaso de las mejores cremas antiarrugas.
Solo una aclaración: ninguna crema puede hacer milagros y el cuidado de la piel es un trabajo diario en el que hay que ser muy constante para ver los mejores resultados.
Si a veces te parece que no ves resultados en tu piel, no te preocupes, puede ser que al verte todos los días no sepas apreciar los pequeños cambios, pero lo realmente importante es que nunca más se sienta el cutis deshidratado ni reseco, que no aparezcan manchas, que tengas los granos bajo control, que apenas aparezcan arrugas y que las que ya estaban se vuelvan más finas, más sutiles, etc.
Mientras eso ocurra, es que todo marcha sobre ruedas, así que ¡sigue cuidando de tu rostro para siempre!