Todos decimos lo mismo: un rostro limpio es el principio de todo cuidado facial, y no hay piel cuidada si no hay una rutina diaria de limpieza, mañana y noche.
Es verdad y tiene toda la lógica del mundo.
El problema es decidir qué limpiador elegir. La oferta es infinita y, además, los hay de toda índole: aguas micelares, bálsamos, leches, cremas, aceites, bifásicos, espumas, geles, jabones, jabones sin jabón…
Si quieres elegir el mejor limpiador facial para tu piel tienes que saber qué tipo de piel tienes y conocer, al menos por encima, los ingredientes que te van bien.
En cuanto a la clase de limpiador facial, te diría que ahí puedes optar por la que más te guste o la que te resulte más cómodo.
La ventaja de una oferta tan amplia es que no te va a costar encontrar uno para tu tipo de piel y sus problemas específicos, tanto si te decides por el agua micelar, el bálsamo, la leche o cualquier otra textura.
Qué tener en cuenta a la hora de elegir un limpiador
Para empezar, como ya he apuntado, tu tipo de piel y los problemas, puntuales o crónicos, que la acompañen: granos o brotes, manchas, arrugas, piel mate, deshidratación.
Si tienes la piel seca, agradecerás fórmulas hidratantes, quizá incluso untuosas; si tu piel es grasa, puede que prefieras texturas más ligeras.
También es importante que tengas en cuenta la vida que llevas, el tiempo con el que cuentas y el que estás dispuesta -o dispuesto- a dedicar a tus rutinas faciales: es mejor que te limpies la cara a diario, mañana y noche, a que no lo hagas porque el método que has elegido te da pereza o requiere un tiempo con el que no siempre cuentas.
Un limpiador cómodo, como el agua micelar, te deja la piel perfecta sin necesidad de dedicar mucho tiempo. Lo puedes alternar con un sistema más completo, como la doble limpieza facial, los días que tengas más tiempo. Si eres realista te costará menos mantener la imprescindible disciplina diaria.
Como sea, deshacerte de ideas preconcebidas es imprescindible, porque hay productos acuosos muy hidratantes y productos oleosos nada comedogénicos ni pringosos.
Por muy grasa que sea tu piel, el alcohol no es una solución, aunque pueda parecerlo. Necesitas, eso sí, ingredientes capaces de ir regulando la secreción sebácea y de retirar la grasa sobrante de la superficie de tu cutis sin dejarlo reseco.
¿Tu limpiador deja tu piel tirante? Es posible que sea excesivamente secante o poco hidratante, pero también es posible que tenga ingredientes con efectos tensores, como el aloe, la avena y otros extractos de cereales.
Evita sustancias irritantes si vas a usar un limpiador para todo el rostro, ojos incluidos. La mayoría de los fabricantes indican si se pueden o no utilizar en esa sensible parte de la cara.
Los productos con una mayor parte de ingredientes naturales son, desde mi punto de vista, los mejores, pero recuerda que «natural» no es sinónimo de «seguro». Por ejemplo, hay muchas esencias que son irritantes; si tienes alergia a alguna planta, fruto, etc. deberás evitarlas a toda costa y no todo lo natural es lo mejor por definición.
El alcohol es un producto natural, como lo son los aceites minerales, derivados del petróleo.
Por otro lado, que un producto sea sintético no significa que no sea de origen natural, solo que la materia prima natural ha sido procesada. De no ser así, hay ventajas de las sustancias naturales que no podríamos aprovechar.
Finalmente, no te dejes embelesar por ingredientes muy exóticos y promesas fabulosas: un limpiador es un limpiador y lo primero que deberías exigirle es que deje tu piel limpia sin estropearla, respetando tanto la barrera cutánea como el pH.
Y puede que prefieras una textura u otra dependiendo de la época del año.
Cómo se aplican los limpiadores faciales
Vaya por delante que no hay un método único, porque la enorme variedad también hace que haya diferentes formas de aplicación.
Por consiguiente, no te olvides de leer detalladamente las instrucciones precisas del producto que utilices.
Los hay que se aplican sobre el rostro húmedo, lo que se usan en seco, los que se emulsionan con agua antes de utilizarlos, los que se tienen que aclarar después y los que no.
En líneas generales debes hacer uso de un disco de algodón para extenderlos suavemente por la piel e ir retirando a su paso la suciedad.
Trabaja siempre desde el centro de la cara hacia afuera, y desde abajo hacia arriba, incluyendo el cuello.
Evita el contorno de ojos a no ser que tu limpiador pueda usarse en esa zona.
Cuando te seques, hazlo sin frotar, con toques suaves y una toalla limpia.
He elegido siete limpiadores faciales que funcionan de maravilla, encantan a sus usuarias y dejan la piel como nueva. Algunos son también desmaquillantes y otros no.
Pero la piel hay que limpiarla, sí o sí, aunque no te maquilles.
El mejor limpiador facial: Nezeni Cosmetics Agua Micelar Todo en 1
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El Agua Micelar de Nezeni es, para mí, el mejor limpiador facial, el más cómodo y versátil de todos los que he probado y usado, por eso es el que utilizo.
Incluso cuando hago una doble limpieza facial, es mi segundo elemento del proceso y te aseguro que la piel me queda como nueva.
Lo primero que hay que decir es que limpia muy, pero que muy bien, que es a lo que vamos. Yo no me maquillo a diario, pero es una gozada tener un limpiador que también me sirve para quitarme el maquillaje de todo el rostro (hasta de los ojos) cuando me maquillo, que lo hace a la perfección y con mucha suavidad.
Como buen agua micelar, tonifica la piel. Y más cosas, como vamos a ver.
Los activos vegetales con los que cuenta están en los primeros puestos del INCI, es bajo en conservantes y todos sus ingredientes son de origen natural.
Solo tiene dos tensoactivos muy biocompatibles y no necesitas aclararla después de limpiar tu piel. Hay expertos que aconsejan aclarar las aguas micelares, pero lo cierto es que la conveniencia de hacerlo o no está en función de los ingredientes que cada agua tenga: con esta tu piel está protegida y cuidada sin riesgo alguno.
El aloe y la avena, principalmente, se ocupan de una hidratación profunda, apoyados por la glicerina vegetal, pero todos los ingredientes aportan un plus de hidratación (una de las muchas ventajas de los productos naturales).
Para limpiar los poros, evitando que la suciedad y la grasa se acumulen en ellos, tenemos el ácido málico del extracto de manzana y el ácido salicílico.
Pero no basta con limpiar, así que se agradecen los activos antisépticos y antoxidantes del aloe, la manzana, el jengibre y la avena, que van a impedir que las bacterias se instalen en tu epidermis.
Y, no nos engañemos, no tienes sensación de limpieza si tu piel no se calma y si tu limpiador no logra reducir la inflamación: de nuevo todos los ingredientes se unen en este aspecto, aunque hay que destacar el trabajo del aloe, la avena y el jengibre.
Los antioxidantes también tienen un marcado efecto antiedad; el jengibre mejora la síntesis del colágeno y es muy tonificante, como lo son la manzana y la avena.
Esta agua micelar deja una película protectora pero no oclusiva sobre tu piel, mejorando la humectación, preservando la barrera cutánea y un pH fisiológico.
Es muy fresca, tiene una textura muy parecida a la del agua, penetra bien en la piel y retira hasta la última partícula de suciedad, grasa y células muertas.
Tiene un olor muy sutil a flores, que desaparece enseguida.
Da lo mismo el tipo de piel que tengas, esta agua micelar tiene ingredientes para equilibrar toda clase de cutis y devolverles suavidad, elasticidad, firmeza y luminosidad.
Se puede usar en el contorno de ojos (pruébala antes para descartar posibles irritaciones, por si acaso tus ojos son especialmente sensibles).
Es hipoalergénica, está testada dermatológicamente y, como he dicho, es baja en conservantes (caduca a los dos años de la fecha de envasado).
Una cosa que me encanta es su spray aplicador, que hace todavía más fácil y cómodo utilizarla.
Solo se puede comprar online, en la web de Nezeni o, por un precio superior, en Amazon.
Omnia Leche Limpiadora de Almendra y Malva
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Realizada también con ingredientes naturales, esta leche limpiadora es ideal para las pieles más sensibles.
Limpia la piel con suavidad y la deja relajada y recuperada.
Los primeros ingredientes de la lista son tensoactivos y emulgentes como la glicerina vegetal.
Su principal activo es el aceite de almendras dulces, uno de los más utilizados para dar a la piel un cuidado completo y delicado. Es hidratante y humectante, rico en ácidos grasos que protegen y aportan elasticidad, es antiinflamatorio, desinfectante y no comedogénico, con beneficios para las pieles grasas.
Los cutis más delicados agradecen las propiedades del agua de rosas damascenas y los más grasos mejoran con el de hamamelis, un astringente y seborregulador.
Si sumamos la betaína y el extracto de malva podemos concluir que esta leche pone el acento, efectivamente, en la hidratación y la reducción de irritaciones e inflamaciones.
En definitiva, más a notar mayor comodidad y suavidad, la piel más jugosa y flexible, más calmada y menos reactiva.
No está pensada para desmaquillar y si lo usas para tal fin encontrarás que no hace un buen trabajo.
Tiene un tacto suave, se extiende y se retira fácilmente, llevándose la suciedad, y tiene un olor delicado que no perdura.
Recuerda que después de la leche limpiadora siempre debes usar un tónico.
Eve Lom Bálsamo Limpiador
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Se dice de este bálsamo limpiador que es el mejor y más vendido en el mundo y que es el favorito de las famosas de Hollywood.
No solo limpia la piel: es un gran desmaquillante.
Como bálsamo tiene una textura sólida parecida a la de una manteca, pero en cuanto entra en contacto con la piel se convierte en un aceite ligero que se distribuye muy fácilmente.
Si te parece que no termina de licuarse bien es porque tiene pequeñas partículas que se van deshaciendo mientras lo aplicas y cuya finalidad es realizar un leve exfoliado en cada ocasión, para limpiar mejor la piel y los poros.
Su principal ingrediente, el primero de la lista, es la parafina líquida, un derivado del petróleo que se utiliza como emoliente. A mí no me gusta ni me convence, porque es muy oclusivo, por más que retenga la humedad y deje sensaciones de suavidad, elasticidad e hidratación.
Sus activos principales son la manteca de cacao, el extracto de clavo, el de lúpulo, el de camomila y el de eucalipto, pero están al final del INCI todos ellos y en proporción igual o inferior al 1%, lo que tampoco significa que no tengan efecto.
Por sus muchos emolientes más bien untuosos, es un muy eficaz desmaquillante y limpiador que deja la piel suave y lubricada.
También es capaz de reducir notablemente la inflamación y la irritación, así como la posibilidad de que los poros se infecten: el clavo es un gran antimicrobiano y el lúpulo y la camomila alivian cualquier incomodidad cutánea.
Como lo hace el eucalipto, que, además, es el responsable de la sensación de frescor que deja este bálsamo.
Aparte de la parafina líquida, hay algunos ingredientes como el fenoxietanol (está hacia la mitad del INCI) o el Bht que están entre los menos seguros que se pueden utilizar.
Al ser un bálsamo, viene en una caja. Lo extraordinario es que también trae una toallita de microfibra que se utiliza para retirar el bálsamo y con él, cualquier suciedad, maquillaje, etc.
Inika Phytofuse Renew Camellia Oil Cleanser
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El limpiador de Inika tiene como peculiaridad un aplicador incorporado que es un cepillo de silicona cuya función es ayudar a extender el producto y realizar un suave masaje mientras las suaves púas se encargan de limpiar los poros a fondo.
Hecho con ingredientes naturales, la mayor parte de ellos orgánicos, en este limpiador de textura cremosa el aloe es el primero de la lista, seguido por la glicerina vegetal y las mantecas de karité y cacao.
Los demás ingredientes activos son emolientes, extractos y aceites vegetales, para terminar con los aditivos que se ocupan de preservar la fórmula.
El INCI no es breve y la cantidad de diferentes sustancias se explica porque se busca una sinergia entre todas ellas, que la suma de sus propiedades dé como resultado un producto potente y suave a la vez.
Encontramos extractos como el de camelia, el de té verde, la rosa canina o el pelargonium, y aceites como los de aguacate, macadamia, argán, lavanda, bergamota y otros cítricos.
Pero los protagonistas de este limpiador son el extracto de rosa de jericó y los fermentos del conocidísimo lactobacilus.
La combinación de ambos proporciona a la piel una intensa hidratación y una humectación constates, protección antioxidante y contra bacterias, hongos y virus, así como alivio y descongestión.
Los lactobacilus ejercen una muy beneficiosa acción sobre la microbiota cutánea, reforzando el efecto barrera y estabilizando el pH.
que notarás, sobre todo si tienes la piel seca, deshidratada o sensible, al tiempo que la dejará muy limpia y calmada.
Puedes aplicarla con tus dedos o utilizar el cepillo. Con uno u otro sistema, para tener acceso a producto tienes que girar el cepillo hacia donde indica «ON», apretar el tubo e, inmediatamente, volver a girar el cepillo para cerrarlo y evitar que se escape el producto.
Termina la limpieza con un aclarado a fondo y un tónico.
Avène Espuma Limpiadora Matificante para Pieles Sensibles
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Esta espuma de Avène es uno de los limpiadores más populares y aclamados, tanto por su formato como por sus resultados.
La marca de la casa Avène es el uso de su agua termal primaveral en todos sus productos, lo que de entrada garantiza ya efectos tan deseables como la hidratación o la reducción de irritaciones e inflamaciones y que, en este caso, es el principal ingrediente no ya porque sea el más abundante -con diferencia-, sino porque es el que lleva el peso de la efectividad de esta espuma.
Exenta de jabón, la espuma limpiadora contiene surfactantes de origen vegetal como el sodium cocoamphoacetate y el sodium cocoyl glutamate, que remueven y retiran la suciedad sin necesidad de frotar.
En cuanto a activos, no hay más en esta fórmula, que es breve y en la que siguen conservantes y perfume añadido. Es cierto que los conservantes naturales como el ácido láctico o el cítrico aportan beneficios a la piel, además de conservar la fórmula, siempre y cuando se encuentren en cantidades suficientes (que no son precisamente elevadas).
El disodium edta, un quelante, está presente en la composición y es un ingrediente controvertido por su poder contaminante y su potencial irritante, tóxico y bioacumulativo.
Por lo demás, estamos ante una receta tan sencilla como eficiente: desmaquilla muy bien, deja la piel limpia, hidratada, suave y descansada, sin brillos y con los poros reducidos y limpios.
Tiene un ligero efecto astringente y de control del sebo (ácido glutámico), está indicada principalmente para pieles normales y mixtas y puedes usarla en la zona de los ojos (haz antes una prueba, para asegurarte de que no te irrita).
La puedes usar sobre el rostro previamente humedecido o en seco, y cuando esté limpio deberás retirarla con agua.
El aplicador te permite controlar cada dosis y debes agitarla antes de usarla.
Neutrogena Hydro Boost Gel de Agua
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Si bien Neutrógena presume de todas las ventajas que usar este gel al agua aportan a la piel, como una limpieza a fondo, mayor hidratación y protección de la barrera cutánea, lo cierto es que esta fórmula está integrada, básicamente, por glicerina, surfactantes y ácido hialurónico.
El resto son conservantes, otros aditivos y perfume añadido.
El ácido hialurónico está en una buena posición en el INCI y sus efectos hidratantes se harán notar el piel, apoyados por la presencia del polyquartenium-10, que crea una película humectante y protectora.
Con la cantidad de surfactantes que incluye esta fórmula, sobra decir que limpia muy bien tanto la piel desnuda como la maquillada, pero no lo uses en la zona del contorno de ojos porque tiene varios ingredientes irritantes y tiende a resecar un poco la piel, cosa que los párpados no necesitan.
No te la recomiendo si tienes el cutis seco, sensible, con problemas como rosácea o eccema, o incluso normal, porque tiene un marcado efecto secante.
Así que limpia, hidrata y protege la barrera cutánea.
La pega está en unos cuantos elementos, entre ellos varios de los surfactantes, que no son precisamente de los más suaves y amables con la piel: pueden ser irritantes, tóxicos, bioacumulativos y contaminantes, como el sodium lauryl sulfate, el disodium edta, el fenoxietanol y el perfume añadido.
Entre sus usuarios los hay que han tenido manifiestas reacciones irritativas y un empeoramiento claro de la piel.
¿Mi consejo? Si quieres usarlo haz antes una prueba de parche para cerciorarte de que no te provoca ninguna reacción adversa.
Se aplica sobre el rostro húmedo, formando una espuma que tienes que aclarar muy bien al terminar, tras lo cual deberías usar un tónico.
El tapón-aplicador facilita su uso y evita que se desperdicie.
The Ordinary Squalane Cleanser
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Terminamos este recorrido con un limpiador semejante a los bálsamos, aunque tiene una textura algo menos densa, lo que permite envasarlo en un tubo en vez de en una caja.
Su principal ingrediente es el squalano, un hidrocarburo que se obtiene a partir de materias primas vegetales (principalmente del aceite de oliva) y es muy similar al squaleno que produce nuestra piel pero mucho más estable que este.
Tiene grandes propiedades emolientes, humectantes e hidratantes -de forma inmediata y a largo plazo-, protege la barrera cutánea, regula la pérdida transdérmica de humedad, mejora la elasticidad y reduce la apariencia de arrugas finas y líneas.
No obstruye los poros, es muy ligero y estimula la renovación celular de la piel.
El resto de ingredientes son un poco anodinos en cuanto a su papel como activos: hay varios derivados de diferentes azúcares que actúan como humectantes, acondicionadores de la piel y, alguno de ellos, como surfactante y/o agente de la fórmula.
Un planteamiento algo pobre, desde mi punto de vista, que aun así consigue un limpiador que hidrata, mejora la flexibilidad y suaviza.
Echo en falta ingredientes más variados, ya que por muchas cualidades que tenga el escualano, que las tiene (es antioxidante y calmante), no puede por sí mismo ofrecer todos los beneficios que la piel requiere.
Su textura es tipo gel y para usarlo tienes que calentarlo frotándolo entre las manos, con lo que se volverá mucho más ligero y fácil de extender.
No te queda más que masajearlo sobre la piel seca y retirarlo finalmente con agua caliente (te aconsejo que intentes que sea agua templada tirando a caliente).
Es importante realices un masaje a fondo para conseguir retirar bien el maquillaje y la suciedad: no basta con extenderlo.
Por su base oleosa, trabaja muy bien como desmaquillante y limpiador, y hay que dejar claro que no es en absoluto comedogénico, aunque puede que resulte algo untuoso para pieles grasas.
Tu cutis queda limpio, cómodo, nutrido y suave, pero tienes que insistir en el masaje para que funcione a pleno rendimiento, lo que para algunas personas es poco estimulante.
No tiene perfume añadido y cunde bastante.
Está indicado para todo tipo de pieles, en especial para las más sensibles y las secas.
Si te han gustado nuestras reseñas, no te prives de probar el que más atractivo te resulte, pero recuerda que, al final, lo que importa es que encuentres el que mejor cuide tu piel y encaje más con tu tipo de vida.